La ética será imprescindible para garantizar un futuro tecnológico justo y responsable

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El futuro de la inteligencia artificial estará marcado por lo que hoy ya se está desarrollando, es por eso que es necesario plantearse qué se debe hacer para garantizar un crecimiento responsable, transparente y regulado. The Valley celebró el evento Ética en un mundo tecnológico en The Place, su espacio de innovación, que contó con la presencia de Phil Yim y Pilar Llácer quienes, desde su perspectiva filosófica hablaron sobre cómo y por qué la ética será fundamental para el desarrollo tecnológico

La rapidez con la que se desarrolla la tecnología y la creciente influencia de la Inteligencia Artificial ha dado lugar a que expertos de diferentes ámbitos se enfoquen en señalar la importancia de garantizar los principios éticos que deben regir el desarrollo y la implementación de estas poderosas herramientas. La ética se ha convertido en una preocupación central en el campo tecnológico, ya que el impacto de la IA en la vida es cada vez más profundo y generalizado.

Las tecnologías disruptivas como la Inteligencia Artificial han avanzado de manera asombrosa en los últimos años, permitiendo que las máquinas realicen tareas complejas, tomen decisiones autónomas y aprendan de manera continua. Sin embargo, esta evolución rápida y acelerada también ha planteado cuestiones éticas cruciales que hacen plantearse que, como sociedad, se debe asegurar que la IA se utilice de manera responsable, ética y en beneficio de todos los seres humanos.

Analizar el impacto de las tecnologías disruptivas en la sociedad y en el individuo y reflexionar sobre cómo su desarrollo puede y debe realizarse de una manera responsable para garantizar que la dirección de su crecimiento es la adecuada es uno de los objetivos de The Place, el espacio de innovación de The Valley que ha acogido hoy un encuentro para compartir esta visión humanista de la tecnología tan necesaria.

En primer lugar, Phil Yim, director de estrategia en FROG, filósofo y experto en innovación ha hecho una interesante presentación sobre cómo la ética debe estar presente en los momentos más decisivos y su papel fundamental para el desarrollo de la sociedad y ha señalado la necesidad de pensar de manera grupal en lugar de individualmente.

Uno de los aspectos en los que más se está hablando de la importancia de la ética es en el desarrollo de la Inteligencia Artificial y de ello ha hablado Pilar Llácer, filósofa y doctora en ética que ha señalado que «estamos en un entorno incierto y la tecnología se adelanta a lo que va a suceder y siempre nos ha ayudado y lo que provoca es un cambio en nuestra forma de ser estar y en el mundo, en nuestro hábitos de trabajo, consumo y sociales».

Además, Pilar ha señalado que algo que «nos hace únicos es la capacidad de imaginarnos lo que va a suceder y esto es gracias a la ética, que nos permite ver más allá según nuestros propios criterios de aquello que nos gusta o nos hace sentir bien» por lo que las preguntas que ahora se hacen entorno a la inteligencia artificial es si podría tener ese criterio y realizar acciones que fueran o no en contra de su propio bien o el bien de la sociedad.

Sin embargo, Llácer ha indicado que es necesario reflexionar sobre aquello que es «bueno, malo, justo o injusto ya que lo que la inteligencia artificial será en el futuro es lo que hoy estamos desarrollando» por ello, para avanzar hacia un crecimiento ético de la Inteligencia Artificial, asegurando que esta tecnología potente y transformadora se utiliza de manera responsable y en beneficio de la sociedad en su conjunto es fundamental:

Diseñar y desarrollar siguiendo principios éticos: el desarrollo de la IA debe basarse en principios éticos sólidos desde el inicio. Esto implica considerar valores como la transparencia, la justicia, la imparcialidad y la privacidad en el diseño de algoritmos y sistemas de IA. Los desarrolladores deben ser conscientes de las implicaciones éticas de sus creaciones y trabajar para minimizar posibles sesgos y discriminación.
Tener en cuenta su impacto social y humano: la IA debe ser utilizada para mejorar la calidad de vida de las personas y promover la equidad. Es esencial evaluar y abordar el impacto social de la IA, evitando la creación o exacerbación de brechas sociales y económicas. La tecnología debe ser diseñada y aplicada de manera que respete los derechos humanos y fomente una sociedad justa y equitativa.
Garantizar su transparencia y analizar sus resultados e impactos: los sistemas de IA deben ser transparentes y explicables. Los algoritmos y decisiones tomadas por la IA deben ser comprensibles tanto para los usuarios como para las partes interesadas. Esto implica que las empresas y los desarrolladores deben proporcionar información clara sobre cómo funciona la IA y cómo se toman las decisiones. Además, deben asumir la responsabilidad de los resultados de sus sistemas y estar dispuestos a corregir posibles errores o consecuencias negativas.
Colaborar y asegurar su regulación: la colaboración entre diferentes actores, como gobiernos, industria, academia y sociedad civil, es crucial para establecer estándares éticos claros y promover un crecimiento ético de la IA. Es necesario fomentar el diálogo y la cooperación para abordar los desafíos éticos y sociales asociados con la IA. Además, la regulación adecuada puede desempeñar un papel importante en la protección de los derechos humanos, la equidad y la seguridad en el desarrollo y uso de la IA.

Fuente Comunicae