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MAR&Gen: La fecundación in vitro (FIV) todavía no ha logrado los niveles de eficacia que se esperaban hace más de 40 años, después de su primer éxito mundial. Una de las razones es la capacidad relativamente baja de la reproducción humana, incluso natural y en parejas sanas, en comparación con otros mamíferos
Según diferentes estudios, incluso en parejas sin problemas de fertilidad y que mantienen relaciones sexuales regulares y sin métodos anticonceptivos, la probabilidad de lograr un embarazo por cada ciclo ovulatorio no supera un 30%. De acuerdo con este dato, la fecundidad de los humanos ofrece uno de los niveles más bajos del reino animal. Si a esta condición natural se añade el hecho que, en las parejas que acuden a la FIV, aparecen distintas patologías del sistema reproductor, la baja eficacia de la técnica tiene una clara explicación.
Entre las patologías detectadas, la mayoría está relacionada con la edad maternal que sigue creciendo en el mundo occidental durante las últimas décadas . Sin embargo, la capacidad del útero para acoger los embriones resultantes de la FIV es importante para todas mujeres, independientemente de su edad y de la calidad de sus óvulos. Entre las causas uterinas prevalecen anomalías morfológicas sutiles de su cavidad. La mayoría de esas anomalías no se puede detectar mediante el examen ecográfico, realizado rutinariamente antes de cualquier intento de FIV. Para su detección es preciso efectuar un examen por una histeroscopia, que puede revelar la presencia de anomalías difícilmente detectables por ecografía estándar, tales como pequeños pólipos, miomas submucosos o adherencias (cicatrizaciones) causantes de una obstrucción parcial de la cavidad.
Según diferentes estudios, anomalías morfológicas de la cavidad uterina de estos tipos se detectan en el 18-50% de mujeres con problemas de fertilidad. Algunas de esas anomalías son compatibles con la reproducción mientras que otras complican la implantación de embriones, tanto en la reproducción natural como en la asistida. Sin embargo, este tipo de patologías sigue siendo subestimado en las prácticas de reproducción asistida.
Según un estudio reciente, coordinado por el científico granadino el doctor Jan Tesarik en colaboración con clínicas italianas, húngaras, brasileñas, estadounidenses y españolas, publicado en la revista International Journal of Gynecology and Obstetrics, destaca la importancia de realizar una histeroscopia antes de cualquier intento de reproducción asistida.
El equipo multinacional ha comparado la relación costo-efectividad en pacientes en las cuales la histeroscopia fue realizada antes del premier intento de FIV con aquellos casos en los cuales la técnica se utilizó solo después un previo fracaso de la FIV. La relación ´costo-efectividad´, calculada por un niño nacido, fue claramente más favorable en el primer grupo (con una histeroscopia previa) en los 3 diferentes escenarios estudiados: una FIV con la transferencia de embriones frescos después de la estimulación ovárica, transferencia de embriones congelados después una FIV efectuada previamente, y una FIV utilizando óvulos de una donante. Además de abaratar el coste, el control histeroscópico previo a la primera FIV disminuye la necesidad de repetir el intento, con la correspondiente reducción de la carga emocional y de la pérdida de tiempo productivo para las mujeres tratadas.
Para hacer el examen de la cavidad uterina menos invasivo, los investigadores de la clínica MARGen de Granada, liderados por el doctor Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza Tesarik, han desarrollado una técnica de histeroscopia digital para detectar las anomalías de la cavidad uterina. A diferencia de la histeroscopia convencional, este examen no necesita una penetración física de la cavidad uterina con ningún tipo de instrumento. Las imágenes de la cavidad se toman mediante una sonda ecográfica especial desde la vagina, y un programa informático reconstruye la cavidad en tres dimensiones, con una resolución que supera la de la histeroscopia convencional.
“Con esta nueva técnica a nuestra disposición, nos planteamos cuál debía ser el mejor momento para utilizarla y, gracias a su bajo coste y carácter no invasivo, lo mejor es utilizarla antes de cualquier tipo de tratamiento por la FIV, sin esperar un eventual fracaso”, señalan los doctores Tesarik y Mendoza Tesarik.
En cualquier caso, los científicos granadinos recomiendan que se realice cualquier tipo de histeroscopia “aunque la digital es la mejor solución, en las clínicas que no disponen de los instrumentos necesarios, una histeroscopia ambulatoria es una alternativa útil. Los nuevos avances en el desarrollo de la histeroscopia ambulatoria han disminuido significativamente su invasividad y las molestias para las pacientes, sin necesidad de recurrir a una anestesia”.
Fuente Comunicae