El encanto del otoño lituano: una sinfonía de colores y naturaleza viva

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Desde caminatas meditativas hasta retiros rurales, Lithuania Travel invita a explorar más de 150 senderos naturales. Sus paisajes espectaculares ofrecen una estación donde reina la tranquilidad, los colores otoñales y la oportunidad de desconectar en plena naturaleza

Visitar Lituania es ideal para quienes desean disfrutar del espectacular cambio de colores en sus paisajes. Con la llegada del clima fresco, el calor del verano queda atrás y se abre paso a una amplia variedad de actividades al aire libre. En esta temporada, la naturaleza se convierte en la protagonista, siendo un elemento central en la cultura lituana. Gran parte del país báltico está compuesto por bosques, lagos y praderas, y hasta en las áreas urbanas se mezcla la arquitectura tradicional y moderna con el verde, ofreciendo la posibilidad de descubrir grandes tesoros al caminar.

Cada momento del año es distinto y especial para descubrir Lituania, pero el otoño destaca por sus escenarios naturales que parecen sacados de la gran pantalla. Los bosques se tintan de ámbar, carmesí y oro, y se pueden sentir el crujido de las hojas bajo los pies. Lituania está surcada por más de 150 senderos naturales que harán que el senderismo, ya sea a pie o sobre ruedas, sea la mejor manera de explorar el entorno.

El lugar perfecto para hacer senderismo
Lituania cuenta con varias rutas que permiten descubrir su flora y fauna, así como disfrutar de unas vistas impresionantes a lo largo de todo el recorrido. En primer lugar, destaca el tramo lituano de la ruta del Bosque Báltico, que cuenta con 747 kilómetros de caminos y senderos para recorrer. En segundo lugar, la costa Báltica, constituye 216 kilómetros de un camino que comienza en el Cabo de San Vicente en Portugal y termina en Tallin, Estonia. Además, en el país se puede realizar el recorrido de 1000km del Camino Lituano, inspirado en el Camino de Santiago, y que promete una experiencia para meditar única y enriquecedora.

Aquellos que viajen en grupo disponen de organizaciones de senderismo y proveedores de servicios como TrenkTuras y PTuras, que elaboran un itinerario personalizado y cuentan con caminatas especiales para cada época del año. Algunas rutas cuentan con un aspecto más educativo, como el sendero natural del Pantano de Čepkeliai y el del Lago Žuvintas, donde a lo largo de sus recorridos se encuentran paneles informativos sobre la flora y fauna que rodean a los senderistas en cada momento.

Los ciclistas tampoco pueden desaprovechar la oportunidad de recorrer el país por sus carreteras entre árboles y senderos a ras de sus lagos. Lituania cuenta con vías ciclistas señalizadas, como la del Parque Nacional de Curonian Spit o la Ruta del Báltico, que permiten explorar su increíble diversidad paisajística, desde densos bosques hasta impresionantes costas. Además, su terreno mayormente llano lo convierte en un destino ideal tanto para ciclistas experimentados como para aficionados.

Un paraíso para los observadores de aves
Lituania está situada en la ruta migratoria del Báltico oriental, por lo que la temporada de otoño es perfecta para una visita al tratarse de la época migratoria de las aves. Este destino cuenta con una impresionante variedad de hábitats naturales, como los bosques de Taiga, el delta de Nemunas y el Spit de Curlandia que atrae a una amplia variedad de especies como la curruca acuática y la agachadiza grande, el águila moteada y el cisne de Bewick, múltiples especies de gansos, una de las poblaciones más importantes de pájaros carpinteros en Europa y varias especies de negrón.

Retiros rurales para una desconexión asegurada 
Aquellos que buscan la tranquilidad, que quieren seguir un ritmo más lento, tienen múltiples opciones de glamping y alojamiento rural, que les proporcionarán la máxima comodidad y conexión con la naturaleza. Además, los viajeros pueden sumergirse en la cultura local alojándose en yurtas tradicionales lituanas, unas casas de estructuras circulares hechas de materiales naturales, inspiradas en las tradicionales tiendas de los pueblos nómadas, adaptadas al entorno rural. Estas cabañas ofrecen una experiencia cómoda y acogedora, permitiendo a los huéspedes estar en contacto directo con la naturaleza sin renunciar a las comodidades modernas. Otra de las opciones más populares es alojarse en las granjas de los artesanos locales, que invitan a degustar los sabores característicos de Lituania, además de ofrecer caminatas y excursiones organizadas exclusivamente por ellos, para explorar el entorno desde el punto de vista local, de manera auténtica, directa y única.

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Fuente Comunicae