El COACM acoge una jornada sobre ‘Rehabilitación. Por un edificio habitable y accesible’

/COMUNICAE/

Tuvo lugar en la sede de la demarcación de Toledo del COACM, se organizó en colaboración con el Observatorio 2030 del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Saint-Gobain, Fundación ONCE y la UCLM, y se abrió al público general, y especialmente a estudiantes de arquitectura

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Para concienciar sobre la importancia de rehabilitar los edificios de una forma integral, que contemple también la accesibilidad, el Observatorio 2030 del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) y Saint-Gobain, con la colaboración del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha (COACM) y Fundación ONCE, organizó, en la sede de la demarcación de Toledo del COACM,  la jornada ‘Rehabilitación. Por un edificio habitable y accesible’, en la que participaron, además, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la Escuela de Arquitectura de Toledo (eAt). 

La primera parte de la jornada se desarrollaba en el salón de actos de la Demarcación del COACM en Toledo, con una serie de interesantes ponencias sobre diferentes aspectos de la rehabilitación y la accesibilidad. Posteriormente, tenía lugar un taller experiencial que se desarrolló en el edificio de San Pedro Mártir de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Toledo de la UCLM.   

Abría la Jornada Elena Guijarro, en su calidad de vicepresidenta segunda del CSCAE, destacando el esfuerzo del Consejo para acercar el Observatorio 2030 a los colegios de arquitectos de toda España.

El Observatorio 2030 es un proyecto estratégico del CSCAE que busca contribuir a crear espacios urbanos más inclusivos, seguros y sostenibles. Para ello, reúne a todos los agentes implicados en nuestro país en el diseño de las ciudades: desde las Administraciones Públicas hasta los grupos industriales y el tercer sector (fundaciones, asociaciones, institutos tecnológicos y universidades).

En la jornada, Mari Angel López Amado, directora del Observatorio 2030 del CSCAE, destacó que más del 60% de los edificios de España necesita una transformación profunda. «Por lo tanto, es preciso un sector alineado y un esfuerzo colectivo para propiciar un cambio de paradigma que responda a las demandas de la población  del siglo XXI y a los objetivos marcados por la UE para 2050», señaló. En este sentido, López Amado recordó que existe una Red de Oficinas de Apoyo a la Rehabilitación desde las que los Colegios de Arquitectos prestan servicio a la ciudadanía, a otros profesionales y a la Administración. «Es importante apostar por la rehabilitación integral de barrios y ciudades para lograr un bienestar duradero. Construir en clave sostenible es un compromiso del sector de la edificación con la sociedad y con el planeta», argumentó.

Como vicepresidenta segunda del CSCAE y decana del COACM, Elena Guijarro afirmó que es necesario insistir en la necesidad de abordar las rehabilitaciones con una visión global. «Debemos actualizar nuestros edificios a las necesidades y requerimientos actuales, no solo en aspectos de eficiencia energética, sino también de conservación, accesibilidad o de salubridad. En definitiva, mejorando, en general, su habitabilidad», afirmó.  

La decana recordó que la pandemia alertó a la sociedad sobre «la necesidad de mejorar las condiciones en las que vivimos». Además, y para paliar la crisis económica que provocó, «la administración se planteó el abordar las tareas de rehabilitación como motor del impulso económico que necesitaba la sociedad en aquel momento.  «Fue entonces cuando, desde el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, y con el apoyo decidido del CSCAE, se alentó la necesaria rehabilitación integral de parque edificatorio», recordó. Como había hecho antes la directora del Observatorio del CSCAE, la decana recalcó que un elevado porcentaje  de los edificios españoles  está obsoleto, ya que fue construido antes de la entrada en vigor de la primera normativa que fijaba unos mínimos de eficiencia energética, en 1979. Pero, además, habría que hacer mejoras en materia de accesibilidad, conservación y funcionalidad. Con la llegada de los fondos europeos Next Generation, la rehabilitación  se vinculó, fundamentalmente, a la eficiencia energética, «algo que quizá nos haya hecho perder la perspectiva global sobre los edificios que deberíamos tener», puesto que «de nada sirve tener una vivienda bien aislada,  si no es accesible, si su estructura no es estable o tiene problemas de humedad, por ejemplo». 

Por todo ello, la decana subrayó la importancia de la llegada del denominado Libro del Edificio Existente, vinculado a los programas de ayudas a la rehabilitación. «Este instrumento diagnostica el estado del edificio en todos los sentidos, al que se añade un informe con posibles soluciones y mejoras de las deficiencias halladas, de manera que cualquier intervención posterior tenga un manual de procedimiento, este sí, con una visión global que evite la tentación de poner parches», señaló.

Por su parte, Javier Cremades, arquitecto experto en Accesibilidad al Medio Físico y director de Accesibilidad e Innovación de la Fundación ONCE, lanzaba una pregunta a los estudiantes de arquitectura: ¿hay rehabilitación sin accesibilidad? Cremades destacó que tenerla en cuenta incide realmente en las personas, aportando para ello los datos de un estudio encargado por la ONCE. En España, el 10% de la población tiene algún tipo de discapacidad. De ese 10%, el 34%, es decir, 1.4 millones de personas, manifiestan tener dificultad para desenvolverse con normalidad en su vivienda o en los accesos o interior de su edificio. El principal problema reside en el portal del edificio, las escaleras y el garaje, afectando a un 24.6% de las personas con discapacidad. El 43% de los discapacitados tiene problemas para utilizar el transporte. Castilla-La Mancha estamos en el tercer puesto de España en cuanto a número de personas con discapacidad. La accesibilidad resulta imprescindible para el 10% de la población, necesaria para 40%, y cómoda para el 100% de la población. Por lo tanto, concluyó que «la accesibilidad no es cuestión de discapacidad; es una cuestión de calidad».

La intervención de Carmen Mota, doctora arquitecta y profesora de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de Toledo, se centró en que la accesibilidad, como la salud, debe entenderse desde un punto de vista complejo, amplio, multiescalar. «Cantaba Amalia Rodrigues que la casa portuguesa son unas paredes encaladas, un olor a romero, unas uvas en la mesa y un sol primaveral en el exterior. Algo así podría ser la salud, y promover la accesibilidad, que es el único modo saludable y razonable de entender la relación de los ciudadanos con el entorno, debe verse necesariamente como la oportunidad para estudiar un buen número de cuestiones. Solo este estudio garantizará el éxito de la fórmula», afirma.

Para la doctora arquitecta, de nada sirven los edificios accesibles si las calles no lo son. «De nada sirve si las calles son accesibles si proyectamos ciudades dispersas, con los servicios básicos alejados de los ciudadanos más débiles. No consiste en cortar cintas de lustrosos edificios con modernos ascensores y vistosas rampas, consiste en entenderlo. Decía otro portugués, Saramago, en su libro ‘Ensayo sobre la ceguera’ que la misma no es la incapacidad a ver, sino a comprender», añade.

Por lo tanto, Carmen Mota afirmó que los estudios de accesibilidad urbana deben analizar la realidad a la que sirven. Dar acceso a un barrio es, primero, dar acceso a sus habitantes, cuyo mantenimiento garantizará que se pueda seguir denominando como tal. Dónde viven, cuántos viven, qué características presentan las viviendas y su estado, qué relación de proximidad y accesibilidad tienen con el resto de la ciudad. «Estas claves nos acercarán a qué modo es el más adecuado, pues cada uno de ellos posee sus ventajas y sus debilidades», recalca. 
Copiar y pegar fórmulas no garantiza ningún éxito, pues puede suponer el cierre de la instalación, costes de mantenimiento desproporcionados y una instalación que, en lugar de aportar un valor añadido, devalúe la calidad de la ciudad.

En la escala estratégica, demasiadas ciudades españolas se alejan aún de estos propósitos: la ciudad europea era accesible, era densa, era cercana. Todo ello promueve la inclusión. «Asistimos a la inauguración de edificios reformados  acordes a la accesibilidad mientras, paralelamente, planeamos, o nos planean, ciudades que hacen la vida más complicada a los más débiles: dispersas, sin negocios de proximidad, con menos vecinos y con los servicios esenciales alejados de quienes los demandan. La información y concienciación al respecto es aún muy débil, pese a los errores cometidos y sus costes económicos y sociales», concluye.

Finalmente, los arquitectos Javier Alguacil y Luis Moreno, fundadores de AMA Estudio de Arquitectura, hablaron sobre la intervención en la ciudad consolidada en una interesante ponencia que llevó por título ‘Rehabilitación activa y Accesibilidad universal. El Hospital del Rey’. En su ponencia insistieron en las diferencias entre reparar, rehabilitar y reciclar, ahondando en el concepto de reciclaje activo. Para ello, utilizaron como ejemplo la intervención en la obra de rehabilitación del Hospital del Rey, en Toledo, primero como residencia de mayores y finalmente como residencia de salud mental, siendo uno de los pocos edificios de la península, no dedicado al culto religioso, que ha mantenido el uso desde su construcción en el siglo XV hasta nuestros días. Allí, los arquitectos han trabajado el concepto de accesibilidad total, entendiendo que el poder del espacio en la arquitectura está más allá de los usos, a veces caprichosos, que se le imponen a los edificios.

La jornada terminaba con Edificio de San Pedro Mártir de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Toledo de la UCLM.

Fuente Comunicae