El 87% de los españoles cree que el pueblo es más seguro que la ciudad

En los últimos 5 años, los robos con fuerza en viviendas han aumentado en las comunidades autónomas con mayor territorio rural. ADT presenta 4 medidas claves de seguridad para proteger los hogares en entornos rurales.

Con la llegada del verano, y como todos los años, se produce el éxodo urbano hacia segundas residencias o entornos rurales. Para muchos, los meses estivales son sinónimo de regresar al pueblo, un refugio donde la vida transcurre más tranquila y aparentemente segura. De hecho, según una encuesta realizada por ADT, el 87% de los españoles asocia el entorno rural con mayor seguridad que la ciudad.

La familiaridad y confianza con los vecinos, núcleos urbanos más pequeños y la sensación de seguridad pueden trasladar una imagen de protección. Sin embargo, los expertos advierten de que los delincuentes aprovechan el traslado de las familias a sus casas de verano o del pueblo para sustraer objetos de valor, aprovechando la sensación de seguridad que a menudo acompaña a estos entornos. A pesar de que el 74% de los propietarios afirma contar con una alarma de seguridad en su segunda residencia, los robos en entornos rurales han aumentado en los últimos años, lo que sugiere que la protección actual es insuficiente para hacer frente a esta amenaza.

Confianza vs. Realidad. ¿Es el campo realmente tan seguro?

Según datos del Ministerio del Interior, entre 2020 y 2023, los robos con fuerza en viviendas aumentaron significativamente en comunidades autónomas con mayor territorio rural: un 72% en Aragón, un 32% en Castilla y León y un 28% en Extremadura, superando los 1.200 robos anuales. En Andalucía, se registraron más de 14.000 robos en viviendas en 2023, un 16% más que en 2020. A pesar de esta realidad, un 10,5% de los españoles reconoce no prestar atención a la seguridad en entornos rurales.

La menor presencia de fuerzas de seguridad en las zonas rurales, la dispersión de las viviendas y la falta de medidas de protección adecuadas crean un caldo de cultivo perfecto para los robos. Las asociaciones agrarias llevan tiempo denunciando un incremento alarmante de incidentes en campos, fincas y naves, donde los delincuentes sustraen desde herramientas y maquinaria o ganado y cosechas, causando graves pérdidas económicas a los agricultores y ganaderos, así como objetos de valor de las viviendas particulares.

4 medidas de seguridad para un verano sin sobresaltos en el pueblo

A pesar de que los datos demuestran que la seguridad no debe quedar en un segundo plano en el pueblo o en las zonas rurales, poder veranear o visitar a la familia con seguridad y tranquilidad es el objetivo deseado por muchos en esta época del año. En este contexto, los expertos de seguridad de ADT, empresa líder en alarmas y seguridad electrónica, recomiendan 4 medidas claves para un verano seguro:

Fortalecer la seguridad física. Dejar la puerta abierta o que los vecinos y conocidos entren a saludar al pasar son acciones cotidianas en el día a día de los pueblos. Más allá de seguir disfrutando de estas rutinas tan características de las zonas rurales, es recomendable mejorar la protección física de las viviendas con la instalación de dispositivos de seguridad en puertas y ventanas, o reforzar las puertas e instalar puertas blindadas que dificulten el acceso a los intrusos.
Mejorar el control cuando se esté y cuando no. Utilizar aplicaciones móviles conectadas a un sistema de seguridad permite recibir notificaciones en tiempo real, ver las cámaras y activar y desactivar la alarma a distancia, aportando confianza y tranquilidad de que la vivienda está protegida en todas las épocas del año.
Simular presencia. Las rutinas en los pueblos son compartidas por la mayoría de los vecinos, y momentos claves como las fiestas de verano o las celebraciones vecinales son momentos idóneos para que los delincuentes sepan que las casas están vacías. Los sistemas de seguridad modernos permiten utilizar temporizadores para encender y apagar luces o subir y bajar persianas para dar la apariencia de que la casa está habitada y disuadir a los delincuentes.
Instalar sistemas de seguridad conectados con una Central Receptora de Alarmas (CRA). Contar con un sistema de seguridad, que incluya sensores de movimiento, cámaras con vigilancia y visión nocturna o sensores perimetrales permite estar preparado en el caso de ser víctimas de un robo o intrusión. Además, el aislamiento de algunos puntos puede hacer que tarde en llegar la policía o la guardia civil en caso de incidentes. En zonas aisladas o con una mayor dispersión de viviendas, contar con un sistema de seguridad puede ser un apoyo a la hora de solicitar ayuda. La conexión con la CRA, en comunicación constante con las fuerzas de seguridad, ofrece la supervisión humana y experta 24/7 para reaccionar en el menor tiempo posible y evitar consecuencias más graves.

«La seguridad en las zonas rurales es un tema que nos concierne a todos. A menudo, la belleza y la tranquilidad de estos entornos nos hacen bajar la guardia, pero es fundamental recordar que la prevención es clave. Proteger nuestros hogares y nuestras comunidades rurales no solo es una cuestión de seguridad individual, sino también un compromiso con el futuro de estos espacios, donde la calidad de vida y el patrimonio cultural merecen ser preservados. En ADT estamos muy concienciados con las necesidades del mundo rural y trabajamos para ofrecer soluciones de seguridad personalizadas que se adaptan a las necesidades específicas de cada hogar y territorio, combinando tecnología de vanguardia con un servicio de atención al cliente excepcional. Contar con la ayuda y atención de expertos puede evitar esa sensación engañosa de seguridad e impulsar entornos rurales más seguros y protegidos», explica José González Osma, director general de ADT.