Devolver un libro supone una contaminación extra anual de más del 30% debido a la huella de carbono

/COMUNICAE/

Apostar por la distribución bajo demanda y la ecoedición es la solución para reducir la huella, situada actualmente en 7’4 millones de Kg de CO2 al año, según datos recabados por Podiprint

Podiprint: La distribución de libros tradicional se caracteriza por una producción de stock que se envía a librerías a la espera de encontrar lectores. Sin embargo, las previsiones de ventas de nunca se cumplen al 100% y, en muchas ocasiones, se encuentran las devoluciones de aquellos ejemplares que no se han vendido.

‘¿Alguna vez te has preguntado por la sostenibilidad de este modelo?’ En los últimos tiempos han surgido nuevos mecanismos que pretenden aplicar una perspectiva ecológica al sector del libro. Si se pone esta mirada sobre el modelo de distribución tradicional y la generación de ejemplares que son devueltos sin llegar a venderse, se comprobará que se está generando una huella de carbono innecesaria.

¿Cuánto contamina producir un libro?
El primer paso para determinar la contaminación del stock devuelto es saber cuál es la huella de carbono que tiene imprimir un libro. De acuerdo con los datos de la Asociación Española de Pasta, Papel y Cartón, la impresión de un ejemplar genera 1,2kg de CO2 de media. Si se tiene en cuenta que en torno al 30% de títulos producidos no llegan a venderse, se encuentra con que hay 61.800.000 millones de ejemplares que no encuentran lector.

O lo que es lo mismo, 61.800.000 millones de libros que han generado 7.416.000 kg de CO2 para nada. Y eso, sin contar con la huella de carbono que también presenta la distribución de ejemplares y que se traduce en 80 gramos de CO2 cada 100 kms, suponiendo además la devolución de ejemplares otro viaje de vuelta hasta las instalaciones del editor.

En este punto hay que recordar que, según el Manual de Ecoedición del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el 16,4% de la contaminación total que produce un libro tiene lugar durante la fase de distribución. Si se tiene en cuenta el circuito que debe repetir el stock devuelto, este porcentaje sería de prácticamente el doble, en torno a un 30%.

Además, a esta huella de carbono hay que añadir la que se genera con los procesos de destrucción de ejemplares devueltos para poder reciclar las materias primas y recuperar pasta de papel con la que volver a imprimir nuevos ejemplares.

Stock devuelto vs ecoedición
A la luz de las recomendaciones del Manual de Ecoedición elaborado por la Asociación Española de Pasta, Papel y Cartón, se encontrará con que el stock devuelto supone una ruptura contra estos principios.

Cuando el stock se devuelve, el ciclo de vida se interrumpe y se añaden dos hitos más en este circuito: una nueva distribución para devolver los ejemplares no vendidos y el proceso de reciclado para extraer nuevas materias primas.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta otra recomendación del Ministerio para la Transición Ecológica, velar por el acopio de materias primas. Producir un stock cuyas ventas no se han asegurado supone una inversión poco responsable, ya que el editor estará imprimiendo sin tener en cuenta la demanda real de ejemplares.

La norma ISO 14026, relativa a etiquetas y declaraciones ambientales, aclara que para alcanzar una edición de libros respetuosa con el medio ambiente será necesario atender a la demanda final y estimar el volumen óptimo de las tiradas, así como evitar los almacenajes que puedan ocasionar el deterioro de tintas o papeles. También se indica la importancia de optimizar las rutas de distribución para que estas generen el menor impacto en el medio ambiente.

Alternativas al stock devuelto y su huella ecológica
Frente a la contaminación que produce el stock devuelto, existen varias recomendaciones para llevar a cabo un modelo de edición respetuoso con el medio ambiente:

Ajustar la tirada a la demanda real de lectores realizando estudios de mercado sobre el impacto real de un libro en el público y producir en consonancia.
Apostar por nuevos modelos, como la distribución e impresión bajo demanda, que evita la generación de stock devuelto al producirse solo aquello que se vende.
Pactar nuevos circuitos de distribución en donde el envío de ejemplares se adapte a la demanda real de cada librería.

En definitiva, apostar por una ecoedición y una ecodistribución en las empresas del sector editorial es la clave para ser más respetuoso con el medio ambiente y el modelo bajo demanda, con el que trabaja desde hace años Podiprint, es la solución.

Fuente Comunicae