Europa Press. El Consejo de Gobierno ha tomado en consideración las nuevas medidas de prevención, propuestas por la Consejería de Salud y Familias para hacer frente a la extensión y proliferación del COVID-19 en brotes localizados, de manera que quede garantizado que la ciudadanía evita comportamientos que
generen riesgos de propagación de la enfermedad.
De este modo, Andalucía impone el uso obligatorio de mascarillas tanto en espacios abiertos como cerrados, incluyendo los paseos por la playa, mientras que el incumplimiento conllevará una multa de 100 euros.
Así lo han trasladado el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Gobierno, Elías Bendodo, y el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en la rueda de prensa que han ofrecido tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, donde han precisado que el uso obligatorio de las mascarillas queda recogido en la Orden de 14 de julio de 2020, mientras que la posible multa se recoge en un decreto ley que ha aprobado para la modificación de la Ley de Salud Pública, a fin de incluir los procedimientos sancionadores que se planteen por los incumplimientos en las disposiciones establecidas para paliar los efectos del COVID-19.
A partir de las 0.00 horas
Bendodo, como avanzó este lunes el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha detallado que la obligatoriedad del uso de la mascarilla se aplicará a partir de las 0.00 horas de este miércoles, tanto en espacios al aire libre como en lugares cerrados, independientemente de que se pueda o no mantener la distancia social de 1,5 metros, y para todos los mayores de seis años.
En playas y piscinas no serán necesarias durante el baño ni mientras se permanezca en la sombrilla, siempre y cuando se pueda respetar la distancia de seguridad entre los usuarios, pero sí para los paseos. La Consejería de Salud y Familias hace hincapié en que se recomienda su uso en los espacios abiertos o cerrados privados cuando existan reuniones o una posible confluencia de personas no convivientes, aun cuando pueda garantizarse la distancia de seguridad.
Entretanto, en los medios de transporte se aplicará la previsión establecida en el Real Decreto Ley 21/2020, de 9 de junio, que dispone que la mascarilla es de uso obligatorio en medios aéreos, marítimos, en autobús o en ferrocarril. También, en los transportes públicos y privados complementarios de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor, si los ocupantes de los vehículos de turismo no conviven en el mismo domicilio.
No se exige para deportes al aire libre
La obligación del uso de la mascarilla no será exigible para las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la misma. Tampoco para aquellas personas que por su situación de discapacidad o dependencia no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla, o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización.
En el caso de ejercicio de deporte individual al aire libre tampoco se exigirá su uso, ni en los supuestos de fuerza mayor o situación de necesidad o cuando, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias.
También se indica que deberán seguir las condiciones de aislamiento o cuarentena establecidas desde salud pública las personas que sean consideradas sospechosas, o con probable infección por COVID-19 o que se encuentren pendientes de los resultados de pruebas diagnósticas por este motivo; las que sean consideradas como caso confirmado con infección activa; y las consideradas contacto estrecho de un caso sospechoso, probable o confirmado.
Velatorios y entierros
Por otro lado, se ha modificado el apartado sobre velatorios y entierros de la Orden de 19 de junio de 2020, destacando que los velatorios podrán realizarse en todo tipo de instalaciones, públicas o privadas, con un límite máximo de 25 personas en espacios al aire libre o de 10 personas en espacios cerrados, sean o no convivientes.
La participación en el funeral o en la comitiva para el enterramiento o cremación de la persona fallecida se restringe a un máximo de 25 personas, entre familiares y allegados, además, en su caso, del ministro de culto o persona asimilada de la confesión respectiva para la práctica de los ritos
funerarios de despedida del difunto.
Además, en el caso de que en el local se preste algún tipo de servicio de hostelería y restauración, esto se ajustará a lo previsto en las condiciones para la prestación del servicio en los establecimientos de hostelería y restauración. Siempre se deberá mantener la distancia de seguridad en las instalaciones y será obligatorio el uso de la mascarilla.
Multa de 100 euros
Las funciones de vigilancia, inspección y control del correcto cumplimiento de todas estas obligaciones corresponderá a los ayuntamientos y a los órganos competentes de la Administración de la Junta, en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en el ámbito de sus respectivas competencias. El incumplimiento de las mismas podrá ser sancionada de conformidad con la normativa en materia de Salud Pública aplicable.
Y así, el Consejo de Gobierno también ha aprobado un decreto ley de medidas urgentes sanitarias, fiscales y presupuestarias, entre las que se incluye que se multará con 100 euros por el incumplimiento de la obligación del uso de la mascarilla, al considerarse una infracción leve a efectos de lo previsto en el artículo 104 de la Ley de Salud Pública. Asimismo, el incumplimiento de esta medida en el ámbito del transporte será sancionado con lo dispuesto en las leyes sectoriales correspondientes.
Este régimen sancionador, en el ámbito de Andalucía, será aplicable para hacer frente a los incumplimientos derivados de las medidas adoptadas como consecuencia del COVID-19, la Ley de Salud Pública de Andalucía y el Real Decreto Ley 21/2020.
Un atuendo más
«La mascarilla tiene que ser un atuendo más, tenemos que usarlo todo el día en todo momento«, ha sostenido el portavoz, que ha asegurado que al Gobierno andaluz «no le va a temblar el pulso en la toma de estas decisiones, que se adoptan por criterios de salud pública, para proteger a la población».
Y es que, a su juicio, en Andalucía «hemos sido más prudentes que otros sitios y esa anticipación ha hecho que la pandemia haya evolucionado aquí algo mejor que en otros territorios». «Toda precaución será poca», ha apostillado.
El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, por su parte, ha incidido en defender el uso de las mascarillas como medio de protección para prevenir contagios mientras no exista un tratamiento específico o una vacuna frente al coronavirus, y pese al «esfuerzo sobreañadido» que asume que supone su utilización para la sociedad «por los calores y rigores del verano» en Andalucía. Se trata, según ha abundado, de intentar propiciar la creación de «un hábito» que «va a durar hasta que tengamos la vacuna» frente al COVID-19.
Con todo, Aguirre ha enfatizado que el uso de las mascarillas es «la medida higiénica sanitaria más importante que tenemos actualmente para luchar contra esta pandemia«, toda vez que ha hecho un llamamiento a la responsabilidad individual porque «el virus no se ha ido, sigue la alerta sanitaria, y se mueve con las personas, de ahí los rebrotes que se están detectando, que están controlados».
«Dependerá de cada uno de nosotros que vayamos hacia adelante o hacia atrás, si actuamos todos con responsabilidad avanzaremos si no, retrocederemos, y tendrá consecuencias muy graves, sanitarias y económicas», ha advertido Bendodo, que ha lamentado que «se han visto imágenes de aglomeraciones en playas, celebraciones o terrazas que no son de recibo y no están a la altura de la gravedad de esta pandemia».