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La nueva novela del autor atrapará a los lectores en una huida por Europa que el protagonista llevará a cabo para proteger este descubrimiento realizado por su profesor a partir de unos misteriosos papiros hallados en el Mar Muerto
El escritor Rafael Cañadilla Moyano presenta su nueva novela El Último Principio (editorial Letrame), una trepidante historia en la que la aparición en Qumrán de tres papiros del siglo I d.C. conducen a Álvaro Estrada, un joven físico nuclear, a descubrir la evidencia de la inmortalidad basada en la física cuántica.
José Tomás, un profesor jesuita de la Facultad de Teología de Granada, viaja a Jerusalén para hacerse con unos misteriosos papiros escritos en griego antiguo que han aparecido en una vasija dentro de una cueva del Mar Muerto. Tras la lectura de los textos, el jesuita construye una teoría que podría cambiar la historia de la religión cristiana. Cuando se entera de que todos los que han tenido acceso al pergamino están siendo asesinados, le encarga a su joven alumno Álvaro Estrada que se ocupe de esconderlos antes de que lo maten. Álvaro cumple la voluntad de su profesor y comienza una huida en la que averiguará aquello que lo ha obsesionado durante años y por lo que dejó su vida atrás: el origen del universo y la inmortalidad.
El autor narra una trama perfectamente hilada en la que hasta el más mínimo detalle es cuidado para sorprender a los lectores. Esto se puede apreciar directamente en el título de la obra, donde el escritor expone el trasfondo de la novela de una manera directa y sin artificios, pero que esconde muy bien la esencia de misterio de la misma.
«El título quizás pueda parecer un juego de palabras escogidas, que da la sensación de un anuncio que encierra una sorpresa complicada y entretejida. Pero la realidad de por qué ese título es muy elemental. La idea de la novela es partir desde el presente hacia atrás en el tiempo, investigando los hechos contrastados históricos y científicos, para avanzar, lo más posible, hacia el principio de todo. De hecho, este será el leitmotiv del protagonista durante toda la obra».
Los lectores se adentrarán en un vertiginoso recorrido por las distintas ubicaciones que aparecen en el libro, como Jerusalén, Granada, Ginebra o incluso la Ciudad del Vaticano, entre otros, de la mano de Álvaro en su huida para proteger la hipótesis de su maestro. Para ello contará con el apoyo de Laura, una arqueóloga con la que tuvo una relación que el joven puso fin para dedicarse en cuerpo y alma al estudio del origen del universo.
Rafael Cañadilla Moyano explora el tema de la inmortalidad en su obra desde diferentes puntos de vista, ya sea la científica, la teológica o la filosófica, lo que dota a la obra de una riqueza de conocimiento impresionante. La dicotomía de la ciencia y la fe a la que Álvaro se ve sometido llevará a los lectores a romper todos los estigmas culturales aprendidos desde la edad temprana y a sopesar la posibilidad de una verdad que parece más que plausible. Este carácter dota a la obra de una naturaleza reflexiva que encandilará a distintos tipos de público.
«Lo que se puede explicar es tan real como lo que no puede explicar el método científico. Todo es una misma realidad que está complejamente entrelazada. Que el método científico nos limite para avanzar en su conocimiento, no quiere decir que otro tipo de herramienta no pueda hacerlo. En concreto, hablamos de la fe. Pero no de una fe en el sentido religioso, sino en la creencia y convencimiento de que algo puede ser alcanzado y conocido mediante la imaginación. Son palabras de Albert Einstein: “La imaginación es más importante que el conocimiento”. El protagonista mantiene una postura gnóstica desde el principio, aunque sufre en sus carnes hechos inexplicables que le hacen tener una visión contrapuesta de la realidad».
La acción continua, los múltiples diálogos, las teorías bien fundamentadas y la pluma del autor consiguen hacer de esta obra una lectura fluida y amena que atrapará a los lectores en la posibilidad de los viajes en el tiempo y una inmortalidad, conseguidas mediante la física cuántica. El escritor acerca y respalda, mediante toques de acción, misterio y ciencia ficción, unos estudios desconocidos para muchos de la manera más sorprendente posible y que, pese a tratarse de ficción, podría tratarse ya de una realidad que se asentaría en los próximos años.
«La hipótesis que se expone en la novela trata sobre la inmortalidad. Un estudio basado en los últimos descubrimientos de la física cuántica y que, con el tiempo y el avance de la ciencia, puede que se confirme de una manera irrefutable. Actualmente, la ciencia está muy cerca de ello».
Rafael Cañadilla Moyano ha concentrado en esta novela los elementos necesarios para hacer de ella una novela impactante: una trama trepidante y bien documentada, unos personajes bien construidos y un desenlace que sorprenderá y deleitará a los lectores.
El Último Principio ya está disponible en las librerías para aquellos lectores que busquen una historia emocionante, y en especial para los amantes de la teología, la ciencia y la historia.
Fuente Comunicae