Los casos del inspector Zalo Alonso y su equipo regresan en ‘Una venganza improvisada’

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Los casos del inspector Zalo Alonso y su equipo regresan en 'Una venganza improvisada'

La escritora Áurea L. Lamela presenta la quinta entrega de esta saga policiaca ambientada en Lugo que ya ha atrapado a los lectores

La escritora Áurea L. Lamela regresa al panorama literario con su nueva novela Una venganza improvisada (editorial Esstudio ediciones).

En esta quinta entrega de la saga, el inspector Zalo Alonso y la forense Carmela Archer, junto con el resto de su equipo, se adentran en una nueva investigación de un crimen en la ciudad de Lugo. Araceli Frutos, una asesora fiscal, ha sido asesinada en su lugar de trabajo en pleno atraco, a pesar de cooperar con el ladrón en todas sus peticiones. Pero según avanza el caso, la muerte de Araceli podría no ser tan solo un trágico accidente, en especial cuando beneficiaría a más de una persona de su entorno.

La autora sorprende con una doble investigación cruzada muy bien perfilada que logra sorprender y agiliza la trama. Sara, la mujer de Zalo y endocrinóloga, halla en un estudio que está llevando a cabo unos datos que sacarán a la luz un oscuro y misterioso pasado de dos de sus pacientes.

«Todos los casos del inspector Zalo Alonso son complicados. Pero cuenta con la médica forense Carmela Archer, coprotagonista de la saga y que además es profiler. Es el personaje que me permite poner mis conocimientos profesionales a disposición de la novela. Lo que tiene de especial esta novela es que Sara, la mujer del inspector, es endocrinóloga, pero es una aficionada a la novela policíaca. En todas las investigaciones opina desde la ficción de los casos «reales» de su marido. Como autora, me sirve un poco para jugar con la ficción dentro de la ficción. Pero en esta novela me decidí por crearle su propia investigación criminal, que surge en un trabajo de investigación médico. Una investigación que sabe que abre la puerta a un pasado que no debe remover y que no puede compartir con nadie. Incluso se lo oculta al inspector».

La destreza y el estilo narrativo tan ágil y cercano de la autora, así como la atmósfera cotidiana repleta de intriga, hacen de esta novela una delicia para su lectura. Los aficionados del género policiaco disfrutarán con la manera en la que fluye esta trama donde todos son sospechosos y esconden secretos que los lectores irán descubriendo conforme avanza la investigación de la mano de Zalo y su equipo.

Los lectores se encontrarán de nuevo con los ya característicos personajes de la saga: el inspector Zalo Alonso; su mujer y médica Sara, una apasionada de la novela policíaca que suele dar claves para ayudar en las investigaciones; la forense Carmela Archer; los agentes Emilio Gómez y Pablo López, y la informática Marimar. Podrán apreciar en todos ellos una clara evolución madurativa que la autora ha tratado con mucho mimo y de una manera muy natural y espontánea, lo que dota de gran realismo a la obra y al crecimiento de los protagonistas durante toda la trayectoria de la saga.

«Los personajes han madurado. Zalo ha perdido el entusiasmo de joven cuando empezó a ejercer. Perdió optimismo y se ha vuelto más vulnerable emocionalmente con sus investigaciones. Carmela llega a Lugo después de una ruptura traumática con su marido y con sentimientos de culpa que va subsanando. Inicia una nueva relación y se dedica con esmero y perfeccionismo a su trabajo. Sara desvía cada vez más su atención a la ficción para amparase en una profesión con la que hay que lidiar con el dolor y la muerte. Pablo y Gómez, los dos agentes que trabajan con el inspector, se han hecho más metódicos en su trabajo, etcétera».

Una venganza improvisada es una novela repleta de celos, envidia, ambición y secretos, pero sin duda, lo que más destaca es la breve introducción de la aparición de la pandemia del COVID-19, lo que la convierte en una de las primeras novelas policiacas de una autora nacional en presentar esta realidad en una obra de ficción. Esto, sumado al impactante desenlace de la obra y la permanente intriga que recorre sus páginas, hacen de esta novela una lectura casi obligatoria para todos los amantes del género.

«Cuando estaba escribiendo el desenlace de la novela, en abril de 2020, acababa de aparecer la pandemia, el primer confinamiento, y entonces el mundo cambió de un día para otro. Tenía que reflejarlo en la historia, porque desembocaba ahí. El uso de mascarillas, las restricciones, el confinamiento, la dificultad de movilidad, etcétera, determinaban nuestra vida de forma súbita. Pero no fui más allá porque acabé la novela. Me imagino que empezarán a salir ahora novelas negras en las que todo eso condicionará y formará parte de la historia de forma más destacada».

Ciertamente, Una venganza improvisada es una propuesta novedosa que atrapará sin duda a todo aquel que la lea y dejará a más de uno con la boca abierta.

La nueva novela de Áurea L. Lamela ya está disponible en las librerías para poder volver a disfrutar de los casos de este gran equipo de policía de Lugo.

Fuente Comunicae