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El autor explora en la trama la corrupción que envuelve a las altas cúpulas políticas y económicas y da visibilidad a las repercusiones sociales que esta genera
La vida de un fotógrafo solitario cambia para siempre cuando se topa con Alina, una misteriosa joven con el número 34 tatuado en su antebrazo. Su obsesión le introduce en una espiral de intriga y corrupción que comienza con la muerte de un hombre en una tienda de antigüedades. Allí se dará cuenta de el tatuaje de Alina está relacionado con unos grabados de Durero.
Con esta interesante premisa comienza la nueva novela del escritor Rubén Tinajero Ubidia El hombre de la cámara (editorial Tregolam), que mantendrá en vilo a los lectores desde el principio.
La intriga impregna cada una de las páginas de esta novela en la que el autor, con un estilo natural y afilado, construye una historia que atrapa e impacta a los lectores, no solo por los temas que trata, sino también por la alta dosis de realidad con la que los envuelve. Rubén Tinajero Ubidia usa la doble narración con la ayuda de un narrador omnisciente y otro testigo para mostrar lo que ocurre en los distintos escenarios y profundizar sobre los sentimientos y pensamientos de los personajes.
«En esta novela, que conjuga un narrador omnisciente y otro testigo, pretendo tener una visión compleja y dual de la vida».
Alina y el fotógrafo se unen cuando la joven se ve involucrada en un complot de corrupción por delitos como el soborno o la evasión tributaria, entre otros, originado por su jefe, Pablo Escudero. Desesperada por demostrar su inocencia, acude a Eulalia, una amiga que trabaja en el juzgado; mientras, el fotógrafo comienza una investigación hacia la figura de Pablo y poco a poco va desentramando la estructura plagada de corrupción de la que es partícipe. Pero los secretos salen y el Estado y las altas esferas del poder económico del país se ven envueltas en esta lucha por la que muy pronto las protestas inundarán las calles.
La crudeza y dualidad del fotógrafo provocan que a lo largo de la obra se encuentre dividido entre su soledad y su papel como padre de Isabel, hija de su primer matrimonio fallido que vive en Londres y con la que intenta acercarse en varias ocasiones. El autor también explota esas características en Alina, una joven independiente, pero vulnerable por su duro pasado, que aprende a perder el miedo gracias a sus amigas y al fotógrafo.
El autor detalla con una mezcla de sutileza y pasión la relación de los personajes. Alina empezará a ver en el fotógrafo una persona con la que sentirse segura cuando este le ofrece su ayuda sin contemplaciones. Este acercamiento desembocará en un romance tórrido e impulsivo, y el fotógrafo averiguará por fin lo que tanto deseaba saber: el significado del tatuaje de Alina.
«El cuadrado mágico de Durero representa el destino. Así como el 0 es la expresión numérica del no ser, el 34 es la expresión numérica de la plenitud del ser».
Una novela verosímil en la que los lectores recorrerán las calles de Quito y de Londres junto al fotógrafo y vivirán en su propia piel los acontecimientos que le marcan para siempre. Con un ritmo ágil y una ambientación cautivadora, Rubén Tinajero ha hecho de su nueva novela una obra excepcional que retrata la realidad política y social actuales.
«La investigación privada es un medio para acceder a la realidad inaccesible. La investigación periodística, por el contrario, restablece la continuidad de los hechos y difunde la información. Las dos se complementan».
Sin duda, la nueva propuesta del autor hará reflexionar a los lectores sobre las injusticias y la fugacidad del tiempo con esta historia tan auténtica como desgarradora.
La nueva novela de Rubén Tinajero Ubidia, El hombre de la cámara, ya está disponible en las librerías para aquellos lectores que quieran, como el protagonista, mirar el mundo con otro enfoque.
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«El hombre de la cámara», de Rubén Tinajero Ubidia
Fuente Comunicae