La lipoproteína (a) elevada se asocia a infartos e ictus, según el Dr. Manuel de la Peña

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La lipoproteína (a) elevada es un trastorno hereditario asociado a un elevado riesgo de infarto e ictus. La Sociedad Europea de Cardiología considera que los niveles elevados de lipoproteína A incrementan el riesgo de sufrir un infarto. Llama la atención que más de 1.400 millones de personas en todo el mundo tienen elevada esta lipoproteína

En este sentido, el doctor Manuel de la Peña, presidente del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social y profesor de cardiología, afirma que se trata de una molécula similar al colesterol LDL, al que se le une la proteína apo(a). Su interés radica en que favorece el desarrollo de arterioesclerosis y la formación de trombos en las arterias. Al igual que el colesterol LDL, la lipoproteína (a) tiene tendencia a introducirse en las paredes arteriales, provocando inflamación y aumento de las lesiones arterioescleróticas. Acelera la progresión de la calcificación de las lesiones aumentando el tamaño de la placa en las paredes de las arterias, provocando daño arterioesclerótico, ya que esta lipoproteína se retiene en la pared arterial, todavía más que el colesterol LDL. Asimismo, puede interferir con los mecanismos de coagulación y promover el desarrollo de coágulos en la superficie interna de los vasos sanguíneos.

De la Peña añade que es un factor de riesgo relevante de infarto y de ictus, especialmente en personas que tienen hipercolesterolemia familiar y que el 20% de la población tiene niveles elevados superiores a 50mg/dl, y los límites de la normalidad se encuentran entre los 30 y 50mg/dl. Los niveles elevados de esta lipoproteína multiplican por 4 la probabilidad de infarto de miocardio, y casi por 2, la probabilidad de ictus, y si además el nivel de colesterol LDL es superior a 70mg/dl, el riesgo de infarto se multiplica todavía más.

Los factores de riesgo de eventos cardiovasculares asociados con la lipoproteína (a) incluyen el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo, la hipertensión arterial, la diabetes, el LDL colesterol alto, el estrés y los antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares. La suma de estos factores de riesgo crea un efecto sinérgico aumentando exponencialmente el riesgo de sufrir un infarto de miocardio.

Para combatirla se recomienda realizar ejercicio regularmente, llevar una dieta cardiosaludable, tomando como base el aceite de oliva virgen y una terapia combinada de hipolipemiantes.

De la Peña, además de profesor de cardiología es Académico, doctor Cum Laude y escritor. Los libros que ha publicado son: «Tratado del Corazón» (2010), «Las Necesidades de los Pacientes» (2010), «Cardiopatients» (2010), «Empresas Saludables» (2010), «e-Health» (2010), «Excelencia Sanitaria: pacientes, innovación y tecnologías» (2009), «La Satisfacción de los Pacientes» (2008), «Control del Tabaco» (2006), «Guía de la OMS sobre Vigilancia de la Salud» (2002), «Calidad en la Asistencia Sanitaria» (1999), «Cardiocheck» (1993). Y autor del blog El poder de curar.

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