Europa Press. La autoridad judicial ha decretado prisión provisional para dos varones de 22 y 27 años, ambos con antecedentes policiales, que fueron detenidos como presuntos autores de un total de tres atracos cometidos en establecimientos de Granada capital, tras ser reconocidos uno de ellos por una víctima.
Según ha informado la Policía Nacional en una nota de prensa, en estos atracos actuaron supuestamente mediante intimidación con cuchillo entre finales de julio y los primeros días de agosto.
La víctima de uno de los robos puso sobre aviso a los agentes mediante una llamada al 091. Estos localizaron y detuvieron a los dos individuos, a quienes intervinieron una mochila con un arma de fuego simulada, una riñonera y varias prendas de vestir.
Investigación relacionada
Había abierta una investigación relacionada con la comisión de varios atracos a establecimientos comerciales de la ciudad, cuando el pasado miércoles día 26 recibieron una llamada en el 091, en la que un varón manifestó haber visto caminando por la calle a un individuo, que días antes había sustraído «la recaudación de su establecimiento de alimentación tras intimidarle con un cuchillo».
Los agentes desplazados al lugar localizaron al varón que se encontraba en compañía de otro joven portando una mochila. Durante la identificación inspeccionaron el contenido de la mochila en cuyo interior hallaron un arma de fuego simulada, una riñonera y varias prendas de ropa.
Datos recabados
Según los datos recabados previamente en la investigación que estaban siguiendo los agentes y las evidencias obtenidas durante la identificación, ambos varones serían autores de un total de tres delitos de robo con violencia o intimidación, en establecimientos perpetrados en la ciudad entre finales del mes de julio y primeros de agosto en los que se sustrajo el dinero de las recaudaciones por lo que ambos fueron detenidos.
El ‘modus operandi’ utilizado por los presuntos atracadores consistía supuestamente en acceder al interior de los comercios, previa comprobación de que no había clientes en su interior, seguidamente intimidaban a los dependientes con un cuchillo para obtener el dinero de la recaudación y huían del lugar.