El Grupo Alimentario de Innovación y Sostenibilidad ha organizado la jornada «La empresa alimentaria del futuro», un encuentro clave donde expertos y líderes del sector han debatido sobre los retos y oportunidades que afronta la industria. Durante el encuentro, se puso de relieve la necesidad de colaboración entre empresas, la formación continua y la apuesta por nuevas tecnologías como motores de transformación para afrontar con éxito los desafíos del sector
En plena transformación, la industria agroalimentaria española sigue siendo un pilar estratégico, aportando el 10% al PIB nacional. Sin embargo, el sector se enfrenta a grandes retos: nuevas normativas europeas, mercados internacionales inestables y la necesidad de avanzar en sostenibilidad y digitalización para responder a consumidores cada vez más exigentes, y sobre todo asegurar la rentabilidad de la actividad en todos los eslabones de la cadena.
Conscientes de este escenario, el Grupo Alimentario de Innovación y Sostenibilidad (GIS) ha organizado la jornada «La empresa alimentaria del futuro», en la que los principales actores del sector han analizado los desafíos y oportunidades que definirán el futuro de la industria alimentaria española, compartiendo estrategias y experiencias de éxito en un momento crucial para la competitividad y la viabilidad del sector.
La jornada comenzó con la participación de Paloma Sánchez, directora de Competitividad y Sostenibilidad de FIAB, quien fue la encarga de llevar a cabo la ponencia «Retrato de la empresa alimentaria del futuro».
Durante su intervención, Sánchez señaló que «la industria de alimentación y bebidas es el principal sector industrial de España, con una facturación anual de 168.200 millones de euros, un valor añadido de 26.400 millones y más de 493.000 empleos directos. Asimismo, transforma el 70% de la producción agraria y suministra diariamente más de 120 millones de raciones de comida, destacando por la calidad y diversidad de sus productos, con más de 170 categorías reconocidas bajo denominaciones de origen y producción ecológica», añadió.
La jornada contó también con una mesa redonda titulada «Autoevaluación de las prácticas sostenibles e innovación en empresas agroalimentarias», de la mano de Sergio Sánchez, director de Desarrollo Negocio Sostenible de Banco Sabadell; Ricardo Marí Sanchis, director de Socio-cliente y marketing de Consum; y Alejandro González, director Innovación y Calidad en Pascual.
Los integrantes de la mesa hicieron hincapié en la importancia de integrar la sostenibilidad en la estrategia empresarial y en la necesidad de innovar constantemente para adaptarse a las nuevas demandas del mercado y a los retos medioambientales.
Asimismo, los participantes señalaron que la colaboración entre empresas, la formación continua y el uso de nuevas tecnologías son claves para impulsar la transformación sostenible y garantizar la competitividad del sector agroalimentario.
Todos los participantes coincidieron en que el futuro de la alimentación será más saludable, sostenible y personalizado, gracias a la digitalización, el análisis de datos y la inteligencia artificial, que permiten diseñar dietas adaptadas a cada consumidor. El sector apuesta por la reducción de la huella de carbono, energías renovables y envases más sostenibles para minimizar su impacto ambiental.
Para finalizar la jornada, se celebró una segunda mesa redonda que, bajo el título «Comunicación y marketing en las empresas agroalimentarias del futuro», contó con la participación de Pilar Hermida, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Dia; Ángela Cobos, directora de gestión de Grupo InterÓleo; y Antonio Nieto, gerente de Pesca España.
Los ponentes coincidieron en que una comunicación transparente y eficaz, junto con estrategias de marketing innovadoras, son esenciales para conectar con el consumidor actual y reforzar la reputación y la confianza en las marcas agroalimentarias.
Además, los ponentes subrayaron la importancia de adaptar los mensajes y canales de comunicación a las nuevas tendencias digitales y a las expectativas de los consumidores, destacando que la innovación en la forma de comunicar es tan relevante como la innovación en los propios productos o servicios.
En definitiva, el futuro de la industria alimentaria reside en construir un sector resiliente, innovador y sostenible, capaz de adaptarse a los nuevos hábitos de consumo y de liderar la transformación hacia una alimentación más saludable y personalizada.